Al contrario que un abogado, un procurador no se encarga de defender a una persona, sino su representante judicial, realizando las comunicaciones entre los juzgados y su cliente y recibiendo las notificaciones. A continuación, te detallamos los tipos de procesos donde pueden intervenir nuestros procuradores en Las Palmas.
Procesos civiles
Los procuradores son necesarios en casi todos estos casos, exceptuando en algunos como los expuestos en los artículos 23 y 31. En este caso, el procurador es necesario para dar seguridad jurídica y funciona como interlocutor entre abogado y órgano jurisdiccional. Las excepciones en este proceso son:
- Juicios verbales donde la cuantía no supere los 2.000€.
- Escritos que conlleven personarse en juicio, pedir suspensión de vistas o solicitar medidas urgentes.
- Juicios universales donde se limite la comparecencia a la presentación de títulos de derecho o concurrir a juntas.
- Impugnación de resoluciones en asistencia jurídica gratuita y se soliciten medidas urgentes antes del juicio.
Procesos penales
En los juicios penales es necesario que exista la apertura de un juicio oral, salvo que sean delitos leves según lo dispuesto en la Ley de Enjuiciamiento Criminal. Y aquí es donde el procurador entra en acción.
Procesos contencioso-administrativo
En función de cómo sean las acciones debe contemplarse un órgano unipersonal donde el procurador será una figura facultativa (juzgado contencioso-administrativo) o ante un órgano colegiado (Audiencia Nacional y Tribunal Superior de Justicia) donde el procurador es requerido de forma obligatoria según la ley.